Continuando con la temporada de comics que estoy consiguiendo paso a montar otro muy sustancioso de la mano de nada menos que Garth Ennis.
SOLO UN PEREGRINO es una historia contada a través del diario de vida de un niño pequeño. Escrito con muchas faltas de ortografía, y estando realmente mal redactado (+1 para Ennis), este niño nos pone al día de qué ha estado pasando en el mundo: 8 años atrás, y por dos días seguidos, el sol ardió. Sí, el sol arde siempre, pero esta vez ardió tan fuerte que evaporó casi toda el agua que había en la tierra, matando a buena parte de la humanidad. El niño, llamado Billy, viaja junto a sus padres y un puñado de sobrevivientes a lo largo del ya evaporado océano Atlántico cuando lamentablemente son emboscados por una banda de bucaneros del desierto. El Peregrino es el personaje encargado de salvarlos.
El peregrino es… un fanático religioso. Cada vez que habla, cada vez que mata, cada vez que se justifica, lo hace citando a la biblia. Y mata bastante. Empuñando una vieja carabina, el peregrino limpia el desierto de los bucaneros que amenazan al grupo que lo acoge, y del que se convierte en el guía. Físicamente, el peregrino recuerda bastante al Santo de los Asesinos, salvo que tiene una quemadura en forma de cruz sobre su ojo izquierda que le cubre la mitad de la cara. Y es en el transcurso de la historia que vamos descubriendo el pasado oscuro e inquietante que oculta. Para que lo lean, les digo que este pasado se relaciona con gustos culinarios bastante reprobables (digamos que es amigo de Hannibal Lecter).
Hasta aquí, la historia es buena. La historia se vuelve buenísima cuando aparece el antagonista: el jefe de la banda de bucaneros, un tipo llamado Castenado.
Castenado es todo lo que uno puede esperar de un pirata: habla en tercera persona, es más malo que el demonio (notable su discurso de iniciación: “¿Atravesarías nueve veces vuestra piel, con nueve clavos? ¿Mataríais bebés aun lactantes?”), es cojo, manco y ciego. Y para que quede claro que efectivamente es un pirata, tiene dos garfios, dos patas de palo y parches en ambos ojos. En una entrevista Ezquerra dijo que incluso quería ponerle dos loros en los hombros, pero eso era un poco… exagerado. Y al igual que Peregrino, mata. Mata mucho.
Obviamente el relato es la sucesión de acontecimientos que llevarán al épico enfrentamiento entre el Peregrino y Castenado. La sangre tiene que correr. Los muertos tienen que abundar. Y aún frente a esa colección de cadáveres ardiendo bajo la luz del sol, yo me reía.
¿Qué tiene de divertida la historia de dos asesinos sicópatas? Nada realmente, lo que causa más risa son las circunstancias y las pequeñas desgracias que le ocurren a los personajes secundarios. La más notable: Dirk, uno de los miembros del grupo es secuestrado por una criatura mutante que surge del suelo. Todos creen que ha muerto, salvo el Peregrino que dice que hay que rescatarlo ya que esa criatura “no mata, se aparea contigo”. Efectivamente Dirk está vivo, pero nunca volverá a ser el mismo.
En cuanto al trabajo de Ezquerra, sus dibujos son bastante desgarradores, ya que los personajes están definidos de forma poco menos que cadavérica. Castenado es una fiesta sensorial: no solamente habla y actúa como pirata, se ve como un pirata malvado, de esos que son malos porque… bueno, porque pueden. La ambientación creada por Ezquerra transmite calor y una sensación de angustia que no se quita. Y el desenlace de la historia no contribuye a aliviarte.
Insisto, es un buen comic, muy divertido. Si les gustan las historias de piratas, léanlo. Si les gustan las historias post apocalípticas, léanlo. Si les gusta Garth Ennis… léanlo dos mil veces.
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